Manteniendo el anonimato en la street photography, Bruno Quinquet

Cada día resulta más complicado abordar la fotografía de calle, especialmente por la aversión creciente que muestran las personas que detectan que alguien les ha realizado una fotografía mientras transitan por las calles de la ciudad. Esta negativa a dejar que se les haga fotos viene condicionada por muchos factores, algunos un tanto irracionales, pero que son sostenidos por las propias leyes. Muchos consideran que esto supone una limitación importante y que las posibilidades de obtener buenas fotos de la calle se reducen considerablemente. No cabe duda que prescindir del rostro de las personas puede conferir inicialmente una restricción, pero a su vez, nos obliga a activar nuestra imaginación y buscar vías alternativas para alcanzar nuestro objetivo, que no es otro que reflejar el pulso de las calles de nuestras ciudades. Si pensamos que es difícil encontrar esas vías alternativas, aconsejo buscar por las redes los trabajos de fotógrafos que han abordado esta problemática. Entre ellos recomiendo especialmente a Bruno Quinquet. Quinquet es un fotógrafo francés que ha sabido mantener el espíritu de la fotografía de calle con el mantenimiento del anonimato de las personas que aparecen en sus fotografías. Viendo su trabajo, concretamente The Salaryman, podemos comprobar que la ciudad ofrece muchas posibilidades compositivas para conseguir realizar fotos de calle sin atentar de manera alguna contra la intimidad o derecho de imagen de las personas fotografiadas. El objetivo radica en integrar a las personas en la composición de la escena sin que pueda determinarse claramente la identidad de la misma. Es precisamente en su The Salaryman, donde el fotógrafo ha intentado reflejar el perfil del trabajador (asalariado) japonés de Tokyo como una «criatura escurridiza y solitaria escapando constantemente de la mirada de la cámara», tal como se describe en el libro Street Photography Now, en el que se le dedica varias páginas.

Muestro varias fotos que muestran la diversidad de escenas que pueden componerse sin que la identidad de las personas quede comprometida.

The Salaryman – (C) Bruno Quinquet

The Salaryman – (C) Bruno Quinquet

The Salaryman – (C) Bruno Quinquet

The Salaryman – Bruno Quinquet

Quinquet nos muestra además en cada fotografía una carga de poesía visual que en muchas ocasiones me recuerda a uno de los grandes maestros de la fotografía de calle en color, Saul Leiter. Así pues, no hay excusa ni impedimento para tomar la cámara, salir a la calle, y seguir dejándonos emocionar por ella.

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